Amigo aborrece el pecado. Pero no solo en tu vida, sino también la de los que te rodean. No digo que juzgues, señales ni que te metas en una bola de cristal. Sino que de tu parte no se apruebe una acción que está mal, y que de tu parte esa persona sepa por medio de ti sabiamente que lo que está haciendo no está bien.
Aborrece el pecado ¡No te hagas cómplice! (Devocional Cristiano Josué 22)
El capítulo 22 de Josué nos enseña muchas cosas. Pero en esta oportunidad quiero destacar el hecho de que la acción de nuestros hermanos también es nuestro asunto. Cuando leemos este capítulo vemos como la media tribu de Manasés, la tribu de Rubén y los hijos de Gad levantan un altar.
La congregación de Israel mal interpreta esta acción creyendo que se están rebelando contra Jehová. Por lo que inmediatamente los confrontan y le dicen palabras:
- ¿No es necesaria la maldad que ya hemos cometido que trajo como consecuencia la muerte de muchos de nuestro pueblo?
- Si hoy se apartan de Jehová mañana el se airará con todos nosotros.
- ¿Acaso no tomó Acán el anatema y no pereció solo?
Aborrece el pecado ¡No te hagas cómplice! (Devocional Cristiano Jos 22) |
Aborrece el pecado ¡Mira como lo hiso Israel!
Vemos claramente como Israel aborrece el pecado. En otras palabras les dijo «Acaso no saben que si se rebelan a Jehová todos nosotros también correremos las consecuencias». Afortunadamente estas tribus no se estaban rebelando y todo quedó claro. Pero lo que quiero que veas son las acciones de Israel.
Ellos pudieron haber dicho cosas como:
- Ellos cosecharán lo que siembran.
- Esas tribus ya no están con nosotros, no importa lo que hagan.
- Yo estoy sembrando lo correcto, no me importa lo que ellos hagan, yo cosecharé cosas buenas.
Ellos entendieron que de alguna u otra forma lo que hacían esas personas les podía perjudicar. Por lo que los confrontaron buscando un cambio en ellos para que no pecaran contra Jehová (pues creían que se rebelaban). Y es algo que nos hace falta a muchos de nosotros.
Pues nos hemos acostumbrado a que cada quien haga lo que le parezca, mientras yo haga lo correcto todo bien. Y aunque es cierto que tu de cierto modo determinas la bendición sobre tu vida, tenemos que comenzar a entender que lo que otro hagan puede afectarnos.
¡Si! tienes razón, tenemos un Dios bueno que nos guarda de las maldades de los demás, pero y si esa maldad al ser confrontada por ti se fuera evitado, ¿No nos hace de cierto modo responsable de lo que pueda ocurrir? ¿Y de cierto modo no nos volvemos merecedores de las consecuencias?
Ejemplo:
Por ejemplo, si un familiar es alcohólico y eso trae deudas a su vida, no quiere decir que nosotros tengamos que correr con esa maldición. Pues como somos obedientes el Señor nos guarda y nos prospera. Pero ¿Cuántas veces le hemos predicado a ese familiar? ¿Cuántas veces hemos tratado de ayudarlo? si la respuesta es “0”, entonces no del todo hemos sido obedientes. Así que no te extrañes de también correr con las consecuencias de dicho pecado.
En conclusión tenemos que comenzar a tener más misericordia por lo demás. Y no pensar que sus vidas son suyas y ellos hacen lo que les parezca. Aunque es cierto, debemos pararnos en la brecha, confrontarlos con amor y ayudarlos porque para eso es que hemos sido llamados. Mira a tu alrededor quien puede estar tomando ese anatema como Acán ¡Y confróntalo, aconséjalo, predícale… porque es nuestra responsabilidad!
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Señor muchas gracias por tu palabra. Te amo Señor, muchas gracias porque cada día nos enseñas más. Te pido padre valentía y sabiduría para confrontar y ayudar a personas que puedan estar haciendo lo incorrecto. Hoy he entendido que también es mi responsabilidad lo que pueda suceder. Te pido perdón si lo había estado ignorando, y estoy completamente seguro que me respaldarás cuando tenga que abrir mi boca. Gracias Padre, en el nombre de Jesús ¡Amén!