Hacedores de la palabra ¡No te engañes! (Devocional cristiano – Stg 1:22)

Ser hacedores de la palabra es poner en práctica lo que aprendemos de ella. ¿Pero realmente se puede hacer? ¿Es posible? veamos a continuación.

Hacedores de la palabra ¡No te engañes! (Devocional cristiano – Stg 1:22)

Comencemos leyendo la Palabra de Dios. Te invito a que tomes tu biblia en Santiago 1: 22 (NVI) dice:

22 No se contenten solo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica.

Creo que lo más preocupante para muchos es el hecho de ser engañadores. Razón por la cual muchos prefieren no conocer la palabra de Dios, porque se creen incapaces de cumplirla. Sin embargo también está mal.

hacedores de la palabra
Hacedores de la palabra ¡No te engañes! (Devocional cristiano – Stg 1:22)

Debemos entender que si la biblia nos demanda algo, es porque podemos. Al Dios decirte “Sé hacedor de mi palabra”, te está diciendo “Tú si puedes obedecerme, si puedes ser fiel, si puedes ganar almas, si puedes ayudar a tu hermano, si puedes dejar la agresividad, etc“. Y no veas ese “si puedes” como una imposición, sino más bien como ánimo.

Así mismo tenemos otro tipo de personas que son los que no se cohíben de escuchar, incluso de predicar. Sin embargo son personas que teniendo entendimiento, pudiendo vivir lo que predican… no lo hacen. Son personas incluso “rectas”, pero realmente llevan una vida desordenada. Mira lo que dice el versículo 26 acerca de ellas:

26 Si alguien se cree religioso, pero no le pone freno a su lengua, se engaña a sí mismo, y su religión no sirve para nada.

No nos engañemos a nosotros mismos, así que seamos sinceros. Ya que de nada nos vale todo lo que podamos estudiar, hablar… si no decidimos y nos determinamos ser hacedores de la palabra de Dios. Es dura la frase “su religión no sirve para nada”, porque es cierto. Son muchas las personas que no creen lo que predicas, no creen en Cristo… porque el no frenar tu lengua (carácter) refleja que de nada sirve, “porque si no ha podido cambiar tu carácter, cómo podrá cambiar el mío, de mi familia…” sin duda alguna un pensamiento inmaduro y equivocado, pero que somos responsables de que muchos los tengan.

No digo que no tengas errores. Pero hay mucha diferencia entre una personas que comete errores y está en progreso, y una personas que comete errores y está igual o peor. La tarea para nosotros es responder ¿Estamos siendo hacedores de la palabra? ¿En el tiempo que llevo escuchando la palabra he progresado? indiferentemente de la respuesta es hora de determinarnos ser hacedores de la palabra.

Oración importante: “Padre muchas gracias por tu amor, por tus palabras, por todo lo que me has dado y por todo lo malo que has quitado de mi vida. Te pido me des fuerza, dominio propio para ser uno de los hacedores de la palabra, y no solo oidores. Confío en tu respaldo y tu presencia ¡Muchas gracias! en el nombre de Jesús ¡Amén!”

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