Jesús vino a buscar lo que se había perdido | Reflexión

Lucas 19:10 nos enseña que Jesús vino a buscar lo que se había perdido. Y aunque esto se enfoca más en el tema de la salvación (de nosotros que estábamos perdidos), hay un bonito mensaje que quiero compartir en esta sección de milagros.

Cuando esté listo podrás encontrar aquí el enlace a nuestro post «Milagros: Mitos y Verdades»

Continuemos con el mensaje del día de hoy:

Jesús vino a buscar lo que se había perdido

Anhelar un milagro de parte de Dios, más allá de anhelar un cambio (que no siempre es bueno) es anhelar regresar al diseño original de Dios.

Pues bajo ese diseño no hay enfermedad, no hay crisis, no hay familias destruidas. Porque anhelar simplemente un cambio es pedir poco, porque puedes cambiar, pero no volver al diseño de Dios.

En este sentido, el mayor milagro es la salvación. Y no tienes que esperar para ver si ocurre o no ¡Porque ya fue consumado en la Cruz! Solo debes aceptar a Cristo en tu corazón, caminar en su voluntad, porque llegará el momento en que todas las cosas serán restauradas

Te hará bien leer: Cree en Jesús y serás salvo tú y tú casa

Cuando llegue ese día, el regreso del Señor, ya no tendrás que pedir que te sane de nuevo, o te provea nuevamente, porque ya no existirá ese tipo de mal ¡Seremos el diseño original de Dios!

¿Qué se ha perdido?

Dios te creó como un ser perfecto, pero el pecado, la vida, las personas… se encargan de que vayamos perdiendo muchas cosas de ese diseño original de parte de Dios. Perdemos la paz, salud, gozo, la buena relación familiar, etc.

Cuando digo pecado, es porque en el Edén perdimos muchas cosas debido a la caída de nuestros antepasados. Pero resalto otras causas (la vida, errores, personas…), porque hay cosas de las que somos responsables directamente.

Y quiero que te grabes esas palabras “Hemos perdido”, porque tal vez crees que has nacido siendo un fracasado, piensas que has nacido siendo una persona hundida en la miseria, que no has nacido para tener una vida en paz y tranquilidad… cuando Dios realmente te creo con muchos privilegios, y aun en medio de la caída de Adán, nos ha mostrado su bondad ¡Pero lo perdemos nuevamente!

En resumen, como humanidad nos hemos dejado robar en el Edén, y personalmente también, porque seguimos de espaldas a Dios.

¿Qué sucede cuando perdemos algo?

Cuando usted pierde algo, no tiene que rogar al ladrón que le devuelvan nada, porque te pertenece. Usted solamente tiene que determinarse, levantarse… y recuperar porque tiene la autoridad. Porque Jesús vino a buscar lo que se había perdido (Lc. 9:10)

Hermano, primeramente Jesús vino para darnos la salvación, si te sientes preso del pecado no debes comportarte como un esclavo y rogar a satanás que te deje libre ¡En el nombre de Jesucristo puedes ser libre! ¡Alégrate porque este es el día que el Señor preparo para ti!

Suena arrogante, pero no lo es cuando lo haces desde Cristo. Él murió para recuperar todo eso que el enemigo nos había robado, incluyendo la salvación y aquellas cosas que hemos perdido sin importar la causa (a menos que esté en el plan de Dios momentáneamente)

Tipos de milagros que debes conocer

Dios en Lucas 15 nos enseña a pastorear, y nos dice “¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?”.

Y lo aplicamos muy bien con otras personas, pero no con esa naturaleza que hemos perdido de Dios ¡Es la misma esencia! Cuando algo se pierda del diseño original, aunque parezca pequeño ¡Hay que buscarlo!

Repito, sabemos que la interpretación literal habla de la salvación, el amor por las ovejas, etc. Pero creemos que podemos aprovechar algunos principios. Por cierto, aprovecho para recomendarte el siguiente post: Frases de Buenos Días Cristianas

Retomando, tienes muchas áreas bien en tu vida (99) pero hay un área que desde hace tiempo no está funcionando bien “El buen pastor deja las 99 y va por una”, es necesario que hoy te levantes y digas “Señor mi familia está bien, el ministerio está bien, los discípulos están bien… dejo eso en tus manos y voy a conquistar mi salud”.

Y no precisamente me refiero a afanarte por tomar medicamentos e ir al médico. Me refiero a ver en qué te has descuidado, y ser responsable delante de Dios por tu cuerpo.

Todo gira en torno a hacer lo que Dios quiere que hagamos en cada área de nuestra vida.

3 tipos de milagros y una bonita reflexión

Digo tipos como una forma de ilustrar y enseñar, por cierto, lee Lucas 15 para comprender mejor:

  • Hay milagros que son como las ovejas, hacen ruido, se mueven de un lugar a otro… y es necesario que sigas las señales para dar con ella. Amigo debes ponerte en movimiento, pero siguiendo la dirección correcta. Si Jesús lo hace por una oveja ¿No podemos hacerlo nosotros para volver a ese diseño original en Dios? ¿No podemos hacer como aquella mujer del flujo de sangre que buscó a Jesús?
  • Hay milagros que son como la dracma pérdida, a diferencia de las ovejas no se mueven, hace silencio y es difícil dar con ellas. Si no ves señal de ese milagro tienes que hacer como esa mujer que enciende la lámpara, barre la casa y con diligencia busca. La lámpara representa la palabra de Dios, Jesús… enciende la palabra en tu vida, limpia tu corazón y podrás ver donde está ese milagro.
  • Hay milagros que no vas a tener que buscar, sino que correrán a tus pies. Son esos que dices, pero no he hecho nada y llegó. O incluso, Dios te dice quédate quieto y confía.

¿Qué te quiero decir? Que no hay una única fórmula, así como Dios puede hacer el milagro ahora mismo, también puede que esté esperando que acciones. Y aplica tanto para la salvación, como para cualquier otra cosa que Dios quiera entregarte según su voluntad.

El secreto está en lo que siempre decimos: debes tener intimidad con Dios para conocer mejor sus planes y ordenanzas para tu vida. Si te mantienes obediente seguro verás su Gloria manifestada.

Jesús vino a buscar lo que se había perdido y lo encontró

Cuando decimos que Jesús vino a buscar lo que se había perdido y lo encontró, quiere decir que su plan perfecto para nosotros está en sus manos. Ahora solo tienes que afinar tus oídos, escucharle, para poder recibirlo y que se manifieste.

¿Qué has perdido de esa naturaleza perfecta? La salvación, el amor, la paz, ganas de vivir, las fuerzas, la prosperidad… Hoy el Espíritu de Santo está en este lugar no solo buscándote a ti porque ya te ha encontrado, te está guiando hacia todo lo que habías perdido para devolverte esa plenitud, ese amor, esa paz tranquilidad ¡Porque Cristo lo ha encontrado!

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